viernes, 15 de noviembre de 2013

Siii!!!! Este sábado 16 de Noviembre, no te lo podés perder!!!!!
Plaza blanda, el Payaso Adolfito, diversión asegurada!!!
Te esperamos!!!!


jueves, 8 de agosto de 2013

Inglés y otras yerbas

El jueves pasado Valen iba a empezar inglés, pero como teníamos turno con la dentista, lo dejamos para hoy. Estuve sin el auto todo el fin de semana y me lo entregaron el martes, arreglado. Hoy jueves salimos temprano para llevarlo a Valen a lo de mi madre; que es quien le va a empezar a enseñar inglés. Antes de salir me llama mamá, pidiéndome que lo pase a buscar a Rafa, mi sobrino que es el otro nieto al que le da clases de inglés. Ok, le digo.
Salimos , lo paso a buscar a Rafa, y cuando doy la vuelta en la casa, me doy cuenta que algo raro le pasa al volante.Hizo un ruido raro la dirección, y el volante me quedó de costado. No sé si se entiende, en el mismo lugar, pero girado. Luego doy otra vuelta, y queda totalmente al revés. Algo anda mal.
Llego a lo de mamá, dejo a los niños, me quedo con Isa y voy a lo del Chaqueño, LOS mecánicos de auto de Villa Elisa. Llego y no estaba; era temprano para ellos, diez y diez de la mañana. Se me acerca el hermano del chaqueño , le cuento lo que me pasó; abrimos el capó, pispea un poco y me dice que NI se me ocurra seguir andando en ese auto, que es una locura; pero que espere a Mi chaqueño. Lo espero, llega Andrés, le cuento, mira y me dice lo mismo: que en cualquier momento me quedo con el volante en la mano, cual Autos Locos. Mientras tanto yo maquinando cómo sigo mi día sin mi indispensable tutú.
Valen a la tarde tiene un cumpleaños de disfraces, (no tiene disfraz), me faltaba envolver aún el regalo que tiene que llevar, ver si le consigo disfraz, llevarlo a la escuela, a Isa al jardín....a pata.
Le dejo el auto a Andrés con la esperanza de que me lo devuelva lo antes posible, vuelvo caminando a lo de mamá con Isa a upa, interrumpo la clase de English y le pido el auto.
Ya motorizada nuevamente me fui a casa, busque las mochilas de los chicos, delantal de Valen, pasé a comprar papel de regalo, leches, milanesas para almorzar en lo de mamá y tratar de que sea ella la que lo lleve a Valen a la Escuela. Tiene que llevar a sus cuatro nietos y dos nenes más, y me dice que no van a entrar....síii, la convenzo de que entran.
Almorzamos las milas que llevé yo, mezclado con hamburguesas caseras de mamá, y arrancamos. Valen con mamá, yo a la parada de colectivo con Isa. Espero un rato, el cole que no viene, milagrosamente pasa un taxi. No me importa nada, lo paro y me voy a casa. Isa pregunta, "mami cole?" "no, no es cole, pero es algo muy parecido".

viernes, 2 de agosto de 2013

El día de Temaikén

Hoy, viernes 02 de Agosto finalmente llegó el día ansiado por Valen de ir a Temaikén con la escuela. El día se presentó helado, gris, sin probabilidades de que mejorara.
Lo despierto 9 menos cuarto de la mañana, ya que 9 y veinte teníamos que estar en "el campito", a la vuelta de la escuela desde donde saldrían. En auto, en menos de diez minutos llegamos.
Logré que se levantara, lavara los dientes. desayunara. Yo antes ya le había armado los sandwichitos y encontrado un antiguo bolso mío para que lleve la vianda, el anotador y la lapicera que habían pedido que llevara. Le puse nombre a todo, conociendo la costumbre familiar que arrastra Valen, de perder casi todo....
La forma en que cierra el bolso es como un pestillo, que está duro, Valen no lo puede abrir. Le digo que lo deje abierto. Que no, quiere poder abrirlo. No puede. "Es imposible", dice. (Últimamente su frase favorita). No, no es imposible, se hace así, ves? le muestro. Trata él. No puede. Ya él está nervioso, yo también. Dejálo abierto, repito.
Salgo a poner en marcha el auto, así se va calentando. Y no arranca. No hay caso. Pruebo, una, dos tres, diez veces. NUNCA me había abandonado mi autito. se va haciendo la hora, así que mientras trato de seguir arrancarlo (y que no muera la batería en el intento); llamo a un remisse.
Decido dejar de intentar, la termino de vestir a Isa, abrigarla, asegurarme que Valen lleve guardapolvo, campera, y el bolso.
Llega el remisse bastante rápido por suerte, y le digo adónde nos dirigimos, y por cuáles dos calles puede ir. Obvio, agarra por una tercera, la más transitada; la que NO quería que fuera. Va por un lugar que tiene un semáforo. Si me hubiera hecho caso, el semáforo lo hubiéramos evitado. Dudo en decirle ó no algo, pero me callo, no vaya a ser cosa que nos abandone a los tres en el medio de City Bell antes de llegar a la escuela.
Cuando arribamos a tiempo; estaban todos los compañeritos, y faltaban llegar algunos más. Yo había llevado el carrito de Isa para volverme caminando, a pesar del frío.
Tardaron un rato largo en salir, las maestras organizando la salida, cada uno se tenía que subir junto a su compañero de asiento: era un varón y una nena, todos mezclados, a propósito. Valen sube y yo dejo de verlo. Doy la vuelta al cole, (de dos pisos) y sigo sin lograrlo. No saqué fotos, porque no llevé cámara por el apuro, y porque igual no se veía nada.
 Al final, descubro a Maitén, la nena con la que se iba a sentar. Valen va del lado del pasillo y obvio ni se le ocurre pensar que su madre puede estar abajo afuera, esperando que lo salude. Cuando finalmente el colectivo arranca, lo veo asomarse, me ve, y saluda con la mano. Qué suerte que me quedé hasta el final, y le pude ver la cara de felicidad al irse.
Lástima que su hermana va llorando todo el camino de vuelta diciendo "Vaaalen, Vaaaalen", hasta quemarme el cerebro y luego de haberle dicho unas trescientas veces que se fue de paseo, pero que vuelve.....

jueves, 1 de agosto de 2013

Pequeñas delicias de la vida maternal

Jueves Gris matinal: tengo que levantar a los niños para llevarlos por primera vez al dentista. 
No es porque tengan nada grave, sólo que Valen ya tiene 7 años y como nunca lo he llevado, me siento un poco culpable. Antes le pido a Valen que se bañe, la cambio a Isa, que encuentra una cartera mía y se la pone, saliendo con ella al dentista.
Salgo de casa apurada, porque el turno es las 10.30 y antes tengo que pasar a cargar nafta; y el auto no me anda muy bien.Cuando llego a la estación de servicio me doy cuenta que me olvidé el celular , y no recuerdo el número de casa que me dio la dentista. 
Ya sabía que no me acordaba y que no encontraba el papelito en el que lo había anotado; pero había pensado "no importa, de última la llamo por tel". Hete aquí que el celu no estaba en la cartera. Ok, la calle estaba segura dónde quedaba, paso despacito, tratando de encontrar alguna casa que tuviera pinta de consultorio, ó dos timbres al menos. Paro a un vecino, le pregunto, y me manda a otra que queda a la vuelta. No, que era en esa cuadra, estoy segura. Veo que una casa tiene dos timbres! Freno, bajo a mirar, y cuando lego el timbre decía "particular" y "estudio". No, estudio no es consultorio. Justo llegaban otros vecinos a una casa, y les pregunto por una dentista. "Ahí, esa de ahí", la que más me había parecido, pero que no tenía dos timbres.
Tocamos, tardan en abrir, Valen que dice "ni siquiera nos hablaron". Aparece Cecilia, la dentista; avisando que se le acababa de romper la luz de su silla, pero que no importaba porque iba a verlos, que lo iba a hacer con una linterna.
Primero se sienta Valen, y yo la ilumino con la linterna para que vea mejor. Me confirma lo que yo suponía: tiene la boca perfecta, ni una sola caries. Lo que sí tiene es un diente saliéndole por atrás porque no tiene lugar, se le están amontonando todos ahí abajo. Le dice a Valen que se le tendría que caer en menos de quince días, y que si no, ella se lo saca; que lo mueva para ayudarlo. 
Valen, obediente como es, en ese mismo instante empezó a mover para adelante y para atrás el diente. Cecilia le regala un ratón de plástico para guardar el diente cuando se le caiga y ponerlo abajo de la almohada, así al Ratón Pérez le es más fácil encontrarlo, no se pierde, y sirve para la próxima vez. Yo me asombro de la capacidad de inventar cosas que tenemos los humanos.  
Isa, de dos años y medio se sienta también en el sillón gigante, abre la boca, le muestra los dientes. A ella la llevé porque tiene las dos paletas un poco amarillas. Cecilia se asombra de lo dócil y buena que es y cómo se porta (yo también); y me confirma lo que también suponía: que es por un golpazo que se dio cuando era más bebé; y lo peor es que se le va a ir oscureciendo cada vez más. Las buenas noticias son que ya se le van a caer y los nuevos saldrán blancos y relucientes. Sino vuelve a caer de trompa..
A Isa, como no se le van a caer los dientes por un buen tiempo, Cecilia le regala un guante inflado, tipo globo, que no le interesa en lo más mínimo. 
Volvemos a casa, triunfantes de la primera visita al dentista y recuerdo que mañana viernes Valen se va a Temaikén, y que sale a las 9 de la mañana , y tiene que llevar almuerzo y merienda. Tengo una idea de haber escuchado que algunas madres se estaban organizando para que los nenes comieran todos lo mismo; así que llamo a una, que me dice que quedó en la nada, porque no se pusieron de acuerdo, pero que ella le va a llevar unos sandwichitos y una torta! a su hija. Ok, yo le haré sandwichitos mañana a la mañana, y llevará galletitas para la tarde. 
Paso a comprar el fiambre, pan, jugo, galles cuando lo dejo a Valen en la escuela, para que no me vuelva loca con lo que quiere, y además porque es el único momento que tengo tiempo. Cuando voy a pagar con la tarjeta de débito, sale como lo tenía: "saldo insuficiente". No es una buena época del mes para hacer compras. Ok. pago con tarjeta de crédito.
Llego a casa, me cambio el calzado y salgo a la calle. Veo que está frenado en el semáforo el colectivo; así que entro a correr como desesperada, viendo que se sube muy poca gente. Por suerte un señor me ve, le dice "pare", y llego a subirme, sin aliento ni siquiera para decirle de cuánto al chofer.
Lo único que espero es que mañana no les llueva en Temaikén!!! 

viernes, 12 de abril de 2013

Paseos In Door


Ahora que el clima está más fresco, les dejo algunos lugares para visitar con los más pequeños!!

Capital Federal
Museo de los Niños Abasto
El Museo de los Niños Abasto, es un museo interactivo que recrea los espacios de una ciudad donde los chicos pueden jugar a ser albañil, médico, camarógrafo, capitán, marinero, bancario, cocinero, locutora, periodista, enfermera, actriz, mamá y papá; y muchas cosas más!
El Museo propone un espacio enriquecedor y alternativo de encuentro que integra juego, movimiento, percepción, comprensión y expresión, incentivando la curiosidad, el interés por el conocer y la imaginación desde una mirada transformadora.
Basado en la Declaración de los Derechos del Niño, ha sido diseñado para propiciar en cada niño, el desarrollo de sus propios potenciales: “aprender haciendo” y “jugar y divertirse aprendiendo” son para nosotros conceptos fundamentales.
El Museo está dedicado a chicos hasta 12 años, a sus familias, educadores y a través de todos ellos a la comunidad. Y para los más pequeños, hasta 3 años, tiene dos salas blandas especialmente construidas para estimular su actividad.

Además, cuenta con una Sala de Exposiciones y con un Auditorio donde se llevan a cabo espectáculos, proyecciones de cine, conferencias, presentaciones de libros y diversos eventos.

Abierto de Martes a Domingo y feriados de 13 a 20 hs.